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Aventuras y desventuras de una Gran Cacho de Perkins

16/7/12

Ya es verano!!!!!!!!!!

... y aquí estamos a 16 grados, lloviendo sin parar. Creo que el verano sólo vendrá cuando yo me haya ido, cosa que va a pasar el próximo jueves. Y aquí estoy, sin poder dormir ni decidirme por si me alegro de ir o si me cabreo por no haberme ido antes. 

La situación antes de volver a casa es siempre un poco tensa: tienes que dejar las cosas bien arregladas aquí, cosa que no es tan fácil teniendo en cuenta el caos de las últimas semanas del curso, en las que todo se deja "para más adelante, que tendré tiempo con las vacaciones". Y las vacaciones llegan y maldita la gracia que te hace tener que arreglar todo eso. 

Por otra parte, está la tensión de dejarse al Chiquitín aquí solito. Pero es que está currando, casi todo el día, cuando llega no es que tenga muchas ganas de hacer nada ni que esté especialmente de buen humor, y no hace más que llover. Él no lo entiende y se toma mi huída casi como una traición, pero tampoco hace propuestas para un mundo mejor, así que yo hago mutis por el foro ("haz lo que quieras", pues vale), si bien no inmediatamente pero eso no se tiene en cuenta a la hora de condenar a la acusada a varios días de hombre mohíno 100%.

El post anterior es una de esas cosas que he ido dejando "para cuando tenga tiempo". Lo empecé a escribir cuando publiqué la parte I, pero ya veis. Imaginaos si me pasa eso con un assurdo post, lo que será con los papeles de mi cuarto, la casa en general, las quedadas con gente... Es un sinvivir, y eso que no tengo niños.

Luego también me tengo que acordar de llevarme todo lo que me quería llevar, que en medio año se van acumulando cosillas assurdas que una se quiere llevar y luego no sabe dónde ha metido. Por otra parte, la ropa es siempre un lío (qué tengo allí, qué me llevo, qué les puedo robar a mi madre y a mi hermana...??). Los zapatos me traen por la calle de la amargura, siempre me llevo los que no necesito y me dejo los que me habrían venido de perlas. Tampoco es plan de llevar la maleta llena, pq entonces no tendré sitio de llevarme otras cosas que me tengo que ir llevando, como apuntes, libros, fotos... lo que menos pesa, vaya.

Todo esto se hace bola en mi cabeza cuando me voy a la cama. A veces, estoy muy cansada y me da todo igual. Pero hoy justo he dormido una siesta monumental (tensión con mi chico por mi alta traición, se nos ha roto una ensaladera y se ha convertido en un gran drama, llueve afuera y no puedo salir, dolor de cabeza...) así que es ahora cuando me acuerdo de todo el embolado.

En fin, de todas maneras, una amiga y yo hemos decidido ir mañana a la pisci. Cubierta y calentita, claro, pero pisci. Íbamos a ir el viernes, pero otra amiga no podía y nos pidió cambiarlo al lunes, y ahora no puede de todas maneras. Cosas de las amigas en estas edades. Pero nosotras nos vamos a ir, y yo le he hecho jurar y perjurar a la otra que allá donde vamos hay piscina con burbujas y que nos dejaremos burbujear como señoras. A ver si así me viene al menos un poco de feeling de vacaciones.

Y después de escribir todas esas assurdeces, sigue sin venirme el sueño. Bueno, voy a ver si subo un par de fotos, que llevo desde los carnavales queriendo subirlas. Otra chorrada más que podré dejar lista hoy ;)
Hasta pronto a todos!!
Así me ha ido la última semana... (parte II, exámenes en Frankfurt, también llamada mission impossible)

Recordemos: el sábado me acosté a las 5 de la mañana después de estar 9 horas haciendo de Cleopatra por los pueblos germánicos, en mitad de la nieve, los grados bajo cero y las rondas de cerveza.

Bueno, pues el domingo mi querida no-suegra no tiene otra ocurrencia que abrir la puerta a las 10 para preguntarnos a qué hora queremos que nos despierte. Y digo yo, no puede aclarar ese punto el día anterior? Es tan difícil pensar que, evidentemente, no queremos que nos despierte a las 10 de la mañana? Después de esta alegría corporal que te entra en ese momento, pues no te puedes dormir así como así, pero yo lo intento. A eso de las 11:30 nos despierta (esta vez oficialmente) y yo me levanto, cosa que S no es capaz de hacer por "problemillas técnicos" que supongo tendrán algo que ver con una cervecilla en mal estado, o quizá la media botella de Jägermeister del día anterior...

La comida es a las 12 y yo tengo que coger el tren a las 14, la cosa va bien. S renuncia a comer por dormir un poco más y yo voy recogiendo todo poco a poco. Poco antes de las 13h hay que despertarle porque a las13:15 van a venir a recogerle. Y, efectivamente, aparecen Aragorn, hijo de Arathorn, y Tarta de Fresa para llevarse al muy hecho polvo Gandalf el Gris al desfile, y yo me voy a coger el tren. Todo va bien y poco después de las 8 de la noche llego a Darmstadt, donde un alma caritativa recoge lo que queda de mí en la estación y me lleva a su casa para que pueda repasar un poquito más y estar puntual al día siguiente a las 9:00 para hacer el examen.

Lunes. Después de dormir lo que a mí me parecieron 20 minutos, cogí el tranvía a las 7:11 y llegué sin contratiempos poco después de las 8 al lugar de los hechos. Lo que no me podía imaginar es que cuando ya me tocó coger mi examen, va la mujer del tribunal y me dice: "Gramática I? no, hoy no tenemos ningún examen de gramática". CÓMOOOOOO?!?!?! Pues déme un examen al azar que yo he venido hoy a hacer una prueba escrita y me hago la que sea!!!!

"Espérate que les demos a todos su examen y ahora miramos lo que pasa con el tuyo". Yo ya con una desesperación patente me vuelvo a mi sitio en el pasillo y cuando todos pasan descubro con estupor que he mirado mal el calendario, que no es la primera semana de exámenes sino la segunda, y que mi examen es a las 16h. No está mal, tengo un par de horas más para estudiar, suponiendo que encuentre algún sitio en el que meterme desde las 9 hasta las 16h, claro, porque la que está cayendo no es como para pasear por la bonita ciudad, que se te hielan las pestañas cada vez que pones un pie fuera. Evidentemente, en el centro de exámenes no se puede uno quedar, aunque las malas lenguas hablan de una biblioteca en el piso de arriba que ya pertenece al campo de la leyenda, esto es España (al menos ese edificio) y lo más ilógico sería tener esa biblioteca abierta para los pobres estudiantes que vienen a los exámenes, claro. Además, veo que el examen del día siguiente también es a las 16h, una lástima que por primera vez en mi vida he comprado un ticket de oferta de la Deutsche Bahn y que sea para las 13:23, no?

Con todo el dolor de mi corazón vuelvo a la estación, cambio mi billete por otro que ya no está de oferta y me cuesta 88 lauris más, y me voy a dar un voltio por Frankfurt, a -5°C. Tras un par de aventuras que no merecen mención aquí, me meto en la biblioteca de la ciudad y estudio hasta que se hace la hora de realizar el susodicho examen, que en esos momentos ya me da bastante lo mismo. Lo hago, cojo el tren, vuelvo a Darmstadt y lo único que quiero es que me den veneno que quiero morir... tengo que empollarme todo el examen del día siguiente y estoy muetta.

Martes: me levanto con el alma caritativa de la casa, me tomo un barreño de café recién hecho, él se va a currar y yo estoy lista para seguir estudiando. He dormido un poco más que la noche anterior pero mi cuerpo serrano no se da por enterado. Al final consigo quedarme con alguna que otra cosilla de la asignatura y me dispongo a volver a Frankfurt, esta vez segura de la hora de mi examen. Lo hago como puedo, salgo corriendo y me pillo un tren que me deja en mi casa a eso de las 11 y pico de la noche. Allí me encuentro en mi habitación todas las cosas que le di a S para que me las trajera a casa perfectamente alineadas. Me preparo la mochila para el próximo día, me acuesto dos seguntos y...

SUENA EL DESPERTADOR! Bueno, sólo tengo que sobrevivir 3 días de completo caos en la escuela, terminar de estudiar para la tercera en discordia que voy a hacer el sábado, y esperemos que llegue rápido el domingo... en esos pensamientos estaba el jueves comprando el billete para el sábado: el examen de reserva es a las 9, así que tenía que coger el tren a horas intempestivas de la noche del viernes, pero ¿¡qué no hará una por la UNED?! Llega el ansiado día (o mejor dicho, noche) en que tengo que finiquitar la época horrible de los "exámenes de febrero", me levanto a las 4 de la mañana para coger el tren a las 5... y, una vez en la estación, me doy cuenta de que NO TENGO MI TARJETA DE CRÈDITO! Como si lo estuviera viviendo en un sueño, me doy cuenta de que el jueves anterior me compré mi billete en la máquina de dentro del "centro de viajes" de la DB y que no recogí la tarjeta!! no, no, recuerdo perfectamente haber cogido el billete y NO la tarjeta!!! vaya toalla!!! En esta tesitura a las 5 de la madrugada un sábado en una estación del oeste alemán no hay nada que hacer: no existen encargados de la estación, ni seguratas, ni personal alguno de la estación que pueda abrirte el garito para rascar desesperadamente en la máquina y ver que no, que tu tarjeta no está, que alguien se la habrá llevado...

En fin, que al ver que no puedo hacer nada con o sin personal de la estación, me meto en el tren y cuando viene la revisora, le cuento mis cuitas, con lo que ella intenta contactar con el personal de la estación (sí hombre, ahí van a estar, esperando tu llamada) y al final me da el número de anular tu tarjeta. Lo más divertido es que mientras la anulo pienso que da igual anularla, a estas alturas les ha dado tiempo a dejarme sin un triste céntimo de euro en la cuenta... no obstante, yo la anulo desde el tren, y en ese estado de nervios sigo hasta Frankfurt. Allí me dan el número de la estación de Bochum pero nadie lo coge, así que me voy al examen viviendo sin vivir en mi. 

Ni sé cómo lo hice. El caso es que al volver ya pasé de llamar y cuando llegué a Bochum a eso de las 3 de la tarde, sin dormir, sin comer, con una desesperación visceral y ganas de echarme a llorar en cualquier esquina, me puse en la cola para preguntar por mi añorada tarjeta. Allí miran, remiran; buscan, rebuscan y me dicen que no está. Claro, cómo iba a estar, desde el jueves... Me dicen que en todo caso pregunte a los de objetos perdidos en la vía 3, y yo vuelvo corriendo a la vía 3 y le pregunto al soldadito de plomo que está allí sentado si alguien le ha dejado una tarjeta como la mía en un acto de benevolencia y amor al prójimo máximos. Él dice que no, que ese día no, y yo le digo que fue el jueves (vergüenza). Él me pregunta el nombre, llama a un compañero y... voilá!!! de repente tienen mi tarjeta. Me dicen que espere abajo que me la traen y yo bajo profundamente agradecida y con confianza renovada en el Género Humano. Y sí, allí me la traen, la tarjeta. Me dicen que se acordaban por el bonito nombre (jejeje, me lo dicen siempre).

En fins, que después de todo este rollo, parecía que el drama había acabado... pero NO! la emoción continúa con la publicación de las notas. Me salió primero la del primer examen: un suspenso como una catedral, que no tanto tuvo que ver conmigo sino con la forma de corregir del sujeto-profesor en cuestión, que es un poco cab... y si se encuentra algún error en las primeras dos preguntas, deja de corregir. Así me evitaría yo también mucho trabajo, pero bueno. Sale la siguiente nota, y es la del último examen. Un 6. Bueno, para el estado de nervios y catalepsia que tenía encima, tampoco se puede pedir más. Y ya no salen más notas. Yo esperando, esperando y esperando a la tercera en discordia... y nada. Al final, cuando veo en el foro que a mis compañeros les ha salido a todos la nota, ya me empiezo a mosquear y llamo a la profe al despacho. Sorprendentemente, la pillo allí y ésta es su respuesta: "Sí, ya las he publicado, pero es que yo no tengo su examen". ¿Cómo por el amor de Dios ha podido pasar que se pierda única y exclusivamente MI examen? Yo super desesperada le intento hacer comprender a la mujer que si ha corregido el examen de mi compi en Frankfurt, también tiene que haberlo hecho con el mío, ya que iban los dos en el mismo sobre... Ella promete buscar y llamar en un rato... y cuando lo hace me dice que nada, que no lo encuentra por ninguna parte, que se ha perdido y que escriba a la facultad para ver si me repiten (COMOOOOOO???) el examen o qué. Yo cuando cuelgo sopeso la posibilidad de tomarme un cubata a las 11 de la mañana y, cuando justo estoy a punto de atacar el mueble-bar, vuelve a sonar el teléfono: "Lo encontré!!! estaba debajo de unos papeles que...". Menos mal. Ya sólo me faltaba. Gracias a todos los Santos al final tengo otro 6. No es para echar cohetes pero menos da una piedra. 

Y esta fue la locura de febrero. No he tenido yo época de exámenes más caótica, y ya es decir. Menos mal que el balance no ha estado del todo mal, pero se podían haber torcido muy requetetorcidas, las cosas.

PS.: los de junio han ido bastante mejor. He podido subir la nota con los otros parciales. No se me ha perdido nada por el camino, no me he saltado la hora del examen, no me han perdido ninguno, mi cuenta sigue ahí y mi tarjeta en pleno funcionamiento... qué mas se puede pedir? Bueno... ya que estamos... que la parcial que tengo que hacer en septiembre me salga bien, por favor, que sólo me queda ésa y termino la carrera... Lo que sí creo que no volveré a hacer es lo de los carnavales. No está una a lo que está.

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