<$BlogRSDUrl$>

Aventuras y desventuras de una Gran Cacho de Perkins

3/9/04

De cuando estaba aqui, tan solo me ha quedado un cardenal... (reflexión paródica de las relaciones entre dos...)

Porque, lo que yo digo: los hombres tienen una forma un tanto extraña de expresar sus sentimientos, y esto se nota, creo, de una manera especial, cuando lo que quieren decir es que te quieren. Entre ellos se golpean con mucha más vehemencia cuanto más se aprecian, y parece ser que se piensan que con nosotras vale lo mismo. Y no, no es igual. ¿Igualdad de sexos? ¿¡Por qué!? ¡¡¡NOOO!!! Nosotras no somos para nada iguales a ellos, y ellos tampoco son precisamente parecidos a nosotras. Lo que no quiere decir que sea malo, sino... "diferente", "especial", "curioso"... o al menos, yo trato de repetírmelo cada día, cuando desde mi modo de ver eminentemente femenino, mi percepción de su forma de actuar no es todo lo "positiva" que a mi se me pudiera ocurrir... Seguramente a él le pasa lo mismo, pero como no se expresa... no es que sea un desprendido emocional, no, porque yo supongo que algo siente, y sé por mis amigos que los chicos también tienen come-comes mentales e incluso piensan varias veces en las cosas que "ella" les dice. Pero de todas formas.

Así, cuando voy a darle un beso y él se aparta y gruñe y me dice palabras tan tiernas como: "¿Ya estamos otra vez? ¿Me puedes dejar un rato tranquilo?" o también aquello de "¡Quita, mira que eres lapa!", pues él no es consciente de la nebulosa turbulenta de acontecimientos que se están precipitando en mi cabeza (y podrían precipitarse peligrosamente sobre él, a no ser porque yo he aprendido a reflexionar sobre estos temas que os estoy jomentando con un gran esfuerzo por mi parte), cosa de la que no se va a haber dado ni cuenta cuando a los 5 minutos me pregunte, como si tal cosa: "¿Te apetece salir, cielo?", a lo que cualquier mujer en mi situación tendría ganas de responder: "Cómprate un mono y vacila con él, te vas a pasear con tu perro. Claro, que si fuera tu perro, lo mismo incluso me habias dado el beso!" y cosas aún más agradables. Pero yo no. No, porque antes de soltar semejante tormenta cargada negativamente, en mi cabeza ha terminado el siguiente proceso:

1. "¿Quita lapa?" Vale, muy bien. ¿Quieres caldo? pues vas a tener tres tazas, pq a partir de ahora correrá el aire, chato.
2. Espera: en realidad, él lo que quiere decir es: "Mi vida, te quiero muchísimo, pero no tengo la misma necesidad que tú de expresar tu cariño por mi, no porque no lo sienta, sino porque para mí, el haberte besado esta mañana al levantarnos implica que hace nada que lo he hecho, y no hace falta estar contínuamente el uno encima del otro. No comprendes que, aunque en realidad desde esta mañana han pasado al menos 4 horas, para mí es hace segundo y medio"
3. ¡Joé! ¿Y por qué no podrá decirlo así? O al menos, decírmelo de una forma agradable, no sé: "Ahora no, que este apasionante resumen de deportes que me he visto a lo largo del día al menos en otras 3 ocasiones en la tele me interesa especialmente". O decirme simplemente que no le apetece...
4. Claro que, es probable que todo lo del punto 3 me sentase mal, ya que en ese momento en que voy a hacerle el arrumaco correspondiente, bajo la guardia de la sensibilidad aguda femenina, y soy especialmente susceptible a cualquier tipo de comentario negativo... si es que somos un poco difíciles de contentar, las mujeres...
5. ¡Pues que me dé el beso y ya está, qué le cuesta! ¡¡Ni que fuera mucho!!
6. Buah, si no quiere el chico, tampoco se le puede obligar... si ni siquiera se ha dado cuenta, míralo, cómo mira la tele como si nada. Seguro que incluso lo ha dicho de coña.
7. Qué mono es.
8. Es que él es así.

Y ya está. Para cuando él hace su proposición, incluso me alegro de que en sus circunstancias quiera compartir ese paseo conmigo, como si estuviésemos juntos por casualidad y él no hubiese tenido nada que ver, como si yo sola hubiese sido la culpable de todo esto y él se hubiese visto envuelto en acontecimientos que no podía controlar... Pero me alegro. Porque él es así. E incluso estoy de buen humor cuando, al bajar las escaleras, me pongo a jugar con él a hacerle cosquillas, y él empieza a amenazar: "mira que te tuerzo el dedo", "déjame que luego lloras", y cosas así que a mi me parecen super divertidas, hasta que al final ¡zas! Decide entrar en el juego de verdad y... ¡me tuerce el dedo de verdad!

¡Ay, mala bestia, animal! Y él sonríe y me dice: "te lo dije", con esa alegría que le da tener razón... y cuando ve que me retuerzo de dolor de verdad, abre mucho los ojos y me dice: ¿Te he hecho daño? ¡pero qué delicadita eres, si no te he hecho nada! Y yo entonces sigo pensando, muy concentrada, que él es así, que en realidad lo que quiere decir es "lo siento mucho, no te quería hacer daño, yo nunca te haría daño y lo sabes" (y lo sé, que es lo que me desconcierta), y cuando me achucha corroído por la culpabilidad, a mi me encanta y se me olvida que me acaba de retorcer el dedo y me quedo en el "es así, qué rico". Y no es que yo me queje, que no, yo no; sólo me pregunto si en esos momentos de choque de puntos de vista, cuando quiero darle un beso, o cuando no le quiero soltar al hacerle las cosquillas, procede como yo desde el punto 1 al 8, y piensa que soy así, que no puedo evitarlo...
Más tarde, cuando le enseño el cardenal que me ha dejado en la mano, sonríe y niega con la cabeza y dice que él no ha sido. Qué gracioso. Yo también me río. Pero lo mejor de todo, es que cuando se va, y le echo de menos porque en definitiva no me gusta nada (por no decir que no puedo) vivir sin él, vete tú a saber por qué alineaciones de planetas, veo este cardenal moradín que hay en mi mano y en lugar de pensar: "qué perro, qué daño de hizo", no puedo evitar sonreir y acariciarlo como si estuviese acariciando su mano (en aquel momento retorcedora, no hemos de olvidarlo), y pensar con un poco de pena: "ahora sólo tengo suyo este cardenal...". Y es que ellos tendrán su forma extraña de expresar su cariño, pero nosotras también somos un poco raritas en el querer, ¿no?

This page is powered by Blogger. Isn't yours?