
Blogs
Links
Archives
- diciembre 2003
- enero 2004
- marzo 2004
- junio 2004
- julio 2004
- agosto 2004
- septiembre 2004
- octubre 2004
- febrero 2005
- abril 2005
- julio 2005
- octubre 2005
- marzo 2006
- agosto 2006
- marzo 2007
- mayo 2007
- agosto 2007
- marzo 2008
- abril 2008
- julio 2008
- agosto 2008
- enero 2009
- febrero 2009
- marzo 2009
- septiembre 2009
- noviembre 2009
- agosto 2010
- septiembre 2010
- diciembre 2010
- agosto 2011
- febrero 2012
- julio 2012
- febrero 2014
Aventuras y desventuras de una Gran Cacho de Perkins
12/5/07
Un regalo
Acabo de llegar. Me he levantado a las 8 un sábado yo, que odio madrugar si no es estrictamente necesario. Y eso que ya he acabado un cursillo que tenía 9 seminarios en fin de semana, en la conchinchina y más allá, que me tenía ya bastante cansada... Pues hoy lo he vuelto a hacer. Y encima pagándolo. No ha sido mucho, y además venían incluidos la comida y el café, pero pagar por currar un sábado... rompe al menos unos 12 principios de vida no ejkritos de los que yo pueda tener. ¡Lo que hace una por la formación contínua!
No obstante, no penséis que lo he pasado mal: he ido con chicas muy majas, no me he encontrado a ninguno de los pessaos que me temía encontrar, mi jefa casi diría yo que se ha emocionado al vernos (ejke muy expresiva no es, por eso, a juzgar por la euforia del encuentro, con aspavientos y todo...), he vuelto a ver a Dimitri (que está para verle, y además trabaja para Hueber y te manda libros!!) y nos han regalado "cualquier cantidad" de libros y materiales. Así, sin pedirlos, simplemente por nuestra cara bonita de profesoras comprometidas. Toma ya. ¡Ah! incluso he comprado un juebo para mis alusnos que como no les guste, me los cargo.
Volvía yo con mis bolsas llenas de papeles (no hay nada que me guste tanto como que me den papeles, aunque sean inservibles o no los necesite, pero me encantan los papelajos, no sé, tienen una atracción sobre mí... que así está mi casa), pensando que todo eso habían sido buenos regalos para un día que, de no haber sido así, habría pasado por ser simplemente otro día gris, aburrido, sin nada que hacer, deprimente.
Pero al llegar a casa, he recordado el verdadero regalo de hoy. En un seminario que se titulaba "El tratamiento de la literatura en la clase de E.L.E.", me han regalado algo que quiero compartir con todos vosotros. Me han regalado este desayuno:
EL DESAYUNO
Me gustas cuando dices tonterías,
cuando metes la pata, cuando mientes,
cuando te vas de compras con tu madre
y llego tarde al cine por tu culpa.
Me gustas más cuando es mi cumpleaños
y me cubres de besos y de tartas,
o cuando eres feliz y se te nota,
o cuando eres genial con una frase
que lo resume todo, o cuando ríes
(tu risa es una ducha en el infierno),
o cuando me perdonas un olvido.
Pero aún me gustas más, tanto que casi
no puedo resistir lo que me gustas,
cuando, llena de vida, te despiertas
y lo primero que haces es decirme:
«Tengo un hambre feroz esta mañana.
Voy a empezar contigo el desayuno».
Me ha encantado. Se empieza bien la mañana con algo así, ¿no?
Es una pequeña maravilla de Luis Alberto de Cuenca, como esas que, supongo, a cada cual le tiene reservadas la vida. A unos más y a otros menos, pero a todos nos lanza estos guiños, me parece, alguna vez.
Es lo que a todas nos gustaría que nos escribieran. Es lo que a todas nos gustaría que nos dijeran, aunque sólo fuera una parte, aunque sólo fuera susurradito al oído (que para eso lo tenemos, también). Es lo que a algunos nos gustaría poder escribir siquiera una vez. Sin pretensiones, pero con un encanto irresistible. Sin grandes parafernalias pero con fuerza irrefrenable. Ni que decir tiene que tengo pensado hechizar un par de clases con este poema, pero quería yo compartirlo ahora con vosotros. Aquí os dejo vuestro regalo. Que lo disfrutéis.
Acabo de llegar. Me he levantado a las 8 un sábado yo, que odio madrugar si no es estrictamente necesario. Y eso que ya he acabado un cursillo que tenía 9 seminarios en fin de semana, en la conchinchina y más allá, que me tenía ya bastante cansada... Pues hoy lo he vuelto a hacer. Y encima pagándolo. No ha sido mucho, y además venían incluidos la comida y el café, pero pagar por currar un sábado... rompe al menos unos 12 principios de vida no ejkritos de los que yo pueda tener. ¡Lo que hace una por la formación contínua!
No obstante, no penséis que lo he pasado mal: he ido con chicas muy majas, no me he encontrado a ninguno de los pessaos que me temía encontrar, mi jefa casi diría yo que se ha emocionado al vernos (ejke muy expresiva no es, por eso, a juzgar por la euforia del encuentro, con aspavientos y todo...), he vuelto a ver a Dimitri (que está para verle, y además trabaja para Hueber y te manda libros!!) y nos han regalado "cualquier cantidad" de libros y materiales. Así, sin pedirlos, simplemente por nuestra cara bonita de profesoras comprometidas. Toma ya. ¡Ah! incluso he comprado un juebo para mis alusnos que como no les guste, me los cargo.
Volvía yo con mis bolsas llenas de papeles (no hay nada que me guste tanto como que me den papeles, aunque sean inservibles o no los necesite, pero me encantan los papelajos, no sé, tienen una atracción sobre mí... que así está mi casa), pensando que todo eso habían sido buenos regalos para un día que, de no haber sido así, habría pasado por ser simplemente otro día gris, aburrido, sin nada que hacer, deprimente.
Pero al llegar a casa, he recordado el verdadero regalo de hoy. En un seminario que se titulaba "El tratamiento de la literatura en la clase de E.L.E.", me han regalado algo que quiero compartir con todos vosotros. Me han regalado este desayuno:
EL DESAYUNO
Me gustas cuando dices tonterías,
cuando metes la pata, cuando mientes,
cuando te vas de compras con tu madre
y llego tarde al cine por tu culpa.
Me gustas más cuando es mi cumpleaños
y me cubres de besos y de tartas,
o cuando eres feliz y se te nota,
o cuando eres genial con una frase
que lo resume todo, o cuando ríes
(tu risa es una ducha en el infierno),
o cuando me perdonas un olvido.
Pero aún me gustas más, tanto que casi
no puedo resistir lo que me gustas,
cuando, llena de vida, te despiertas
y lo primero que haces es decirme:
«Tengo un hambre feroz esta mañana.
Voy a empezar contigo el desayuno».
Me ha encantado. Se empieza bien la mañana con algo así, ¿no?
Es una pequeña maravilla de Luis Alberto de Cuenca, como esas que, supongo, a cada cual le tiene reservadas la vida. A unos más y a otros menos, pero a todos nos lanza estos guiños, me parece, alguna vez.
Es lo que a todas nos gustaría que nos escribieran. Es lo que a todas nos gustaría que nos dijeran, aunque sólo fuera una parte, aunque sólo fuera susurradito al oído (que para eso lo tenemos, también). Es lo que a algunos nos gustaría poder escribir siquiera una vez. Sin pretensiones, pero con un encanto irresistible. Sin grandes parafernalias pero con fuerza irrefrenable. Ni que decir tiene que tengo pensado hechizar un par de clases con este poema, pero quería yo compartirlo ahora con vosotros. Aquí os dejo vuestro regalo. Que lo disfrutéis.
Jomments:
Hola Maribel:
Ayer por la noche leí tu poema y me recordó a otro que había leído hace tiempo. Entonces no lo quise poner, porque en realidad no tiene tanto que ver, pero hoy he pensado que seguro que también te gusta, así que, ahí va:
Sirena
Tuve que ir al baño por alguna cosa
y toqué
y estabas en la bañera
te habías lavado la cara y el cabello
y te vi de la cintura para arriba y
(excepto por los senos)
parecías una niña de 5 u 8 anos
regocijándose suavemente en el agua
Linda Lee.
No sólo eras la esencia de ese
momento
sino de todos mis momentos
hasta entonces
bañándote gustosamente en el marfil
sin embargo
nada había
que pudiera decirte.
tomé lo que quería del baño
algo
y me salí.
C. Bukowski
He estado buscando y rebuscando por internet la versión original (u otra traducción) pero no he tenido suerte y al final me he rendido.
Espero que te guste,
Helena
Ayer por la noche leí tu poema y me recordó a otro que había leído hace tiempo. Entonces no lo quise poner, porque en realidad no tiene tanto que ver, pero hoy he pensado que seguro que también te gusta, así que, ahí va:
Sirena
Tuve que ir al baño por alguna cosa
y toqué
y estabas en la bañera
te habías lavado la cara y el cabello
y te vi de la cintura para arriba y
(excepto por los senos)
parecías una niña de 5 u 8 anos
regocijándose suavemente en el agua
Linda Lee.
No sólo eras la esencia de ese
momento
sino de todos mis momentos
hasta entonces
bañándote gustosamente en el marfil
sin embargo
nada había
que pudiera decirte.
tomé lo que quería del baño
algo
y me salí.
C. Bukowski
He estado buscando y rebuscando por internet la versión original (u otra traducción) pero no he tenido suerte y al final me he rendido.
Espero que te guste,
Helena
Gracias guapa por el poemilla... el otro día intenté ya jontestar, pero a esto le dan sus momentos de no querer... espero que ahora funcione.
Me ha gustado, a ver si encuentro la versión original, que seguro que tiene otro ritmo, ¿no?
Un besote, hermosa, ¡hasta pronto!
Me ha gustado, a ver si encuentro la versión original, que seguro que tiene otro ritmo, ¿no?
Un besote, hermosa, ¡hasta pronto!
He intentado meter música en mi comentario pero no ha sido posible.
Lamentando mucho que tantos buzones nos confundan, y no haber podido oír tu petición de auxilio a tiempo.
Pero en realidad este comentario es para recordarte que ya han pasado mas de dos meses desde este tu ultimo post.
Y que tus asiduos lectores estamos ejpectantes, para que nos jomentes algo.
Un besito.
Publicar un comentario
Lamentando mucho que tantos buzones nos confundan, y no haber podido oír tu petición de auxilio a tiempo.
Pero en realidad este comentario es para recordarte que ya han pasado mas de dos meses desde este tu ultimo post.
Y que tus asiduos lectores estamos ejpectantes, para que nos jomentes algo.
Un besito.